Cuando se acabó el año 2014, recuerdo que hice un recuento de las experiencias vividas y mi vida durante ese año fue dura, ahogante, hiriente y dura económicamente.
Si pudiera hacer una milésima parte del recuento que hice el año anterior... no sería nada... comparado con éste 2015 de mierda que he llevado.
Murió una parte de mi y con ella se fue mi padre.
No puedo explicar el dolor que se siente, porque cala tan hondo, que un simple corte no es dolor, ni la más roja sangre derramada llega a ser dolor, en comparación, con ver a tu madre destruida por el dolor, de ver a tus hermanos rotos, y de tu (yo) intentar calmar las aguas, intentar calmar el ahogo que se siente cuándo alguien tan cercano se va...
14 meses luchando a vida o muerte, sufriendo mejoras y recaídas, sin palabras de aliento porque, no es una cura progresiva, sino una cura paulatina, eso es lo que nos dijeron los médicos, "no tiene cura", y doy gracias por el año que estuvo con nosotros, doy gracias por esas últimas charlas, pero joder... no deja de doler.
Ése mismo año, comienzo mi "en busca de una vida" y cuándo creía que la vida me sonreía un poquito, la vida me vuelve a poner a prueba y aborto. Y sinceramente, no sé cuándo me sentí más vacía, si cuando murió mi padre o cuando esa "cosa" chiquitita se perdía.
No puedo decir que despida un gran año, sin duda experiencias y aprendizajes he tenido, pero a marchas forzadas.
No es un año que vaya a recordar con cariño, es un año que estoy deseando que se vaya...
...adiós 2015.